lunes, 10 de mayo de 2010

El Palermo de los muertos: la Cripta de los Capuchinos, última morada de Dantalián


"La bóveda del empinado paso que comunica la entrada del convento con los sótanos multiplica por mil los pasos del caballero oscuro"



"Ha pasado tanto tiempo desde la primera vez que les vio, con sus ropas apolilladas y sus mandíbulas caídas (eso, los que conservan la mandíbula, claro), que ya no le provocan la más mínima reacción."



"Los demás le vigilan desde arriba con un cierto aire distinguido. Los esqueletos se inclinan un poco hacia delante, como si ejecutaran una reverencia."



"—Este lugar no es apropiado para niños —les dice."

domingo, 9 de mayo de 2010

Una excursión al Infierno (y III)


"—Un poco de respeto, caramba, que vamos camino del centro de la Tierra —le dije."


—¡No me lo puedo creer! ¡Estoy en el Infierno! ¡Nadie me va a tomar en serio cuando lo cuente!

"Me encantan los espejismos del Infierno, son lo mejor de ese lugar".

sábado, 8 de mayo de 2010

Las puertas (¿verdaderas?) del Infierno


¿Y cómo se protege algo tan grande para que nadie halle el camino que conduce hasta allí?


Muy fácil. Creando mil falsas entradas expuestas a las miradas de todos y una sola verdadera que no levante sospechas y casi nadie conozca.

viernes, 7 de mayo de 2010

Lo que el arquitecto Gerhardus opina de los vitrales góticos


"¿No veis cuál es su máxima obsesión? ¡Quieren ventanas y más ventanas! Y olvidan que el vidrio no sirve para sostener bóvedas.


"¿Y los colores de los vitrales? ¿Los habéis visto? ¡Son estridentes, nunca vistos, para que hagan creer a los ingenuos que están ante algo sobrenatural, cuando lo único que contemplan es la perpetuación del mal gusto!"

jueves, 6 de mayo de 2010

Noches de luna y niebla


A mi lado, querida Natalia, podrás traspasar el umbral que separa el mundo que siempre has conocido del otro, el real, que ahora ni imaginas. Si lo deseas, juntos formaremos un tándem invencible, querida, soñada, deseada Natalia. ¿Aceptas?

miércoles, 5 de mayo de 2010

El Palermo de los vivos

"Es detrás del escenario, o debajo de él, donde ocurren las cosas que merecen ser contadas".


Comer, beber, reír, morir, resucitar... Todo eso se hace en Palermo.


"Nunca ha habido, mortal, una ciudad que me sea más propicia".

martes, 4 de mayo de 2010

Barcelona: una misión (II)


"Nunca entendí tanto reuelo por unas pocas piedras".


"Si se venía abajo el templo de la Sagrada Familia, el monumento que más turistas visita al año de toda la capital catalana, me apuntaría tal tanto en mi currículo que los miembros del Cónclave me verían con otros ojos".

lunes, 3 de mayo de 2010

Notre Dame de París: un trabajo agradable


"Me encontraba en París, junto a la ribera del río Sena, contemplando extasiado el hundimiento de tres embarcaciones recién llegadas de la cantera de Bièvre y llenas a rebosar de bloques de piedra nuevecitos, listos para ser colocados en los futuros muros de una nueva catedral."


"...me caían mucho mejor estos constructores atrevidos que sus semejantes de dos siglos atrás, cuando sobre Occidente reinaba el oscuro románico, un estilo arquitectónico tan triste que sólo pudieron concebirlo un puñado de constructores hambrientos. La verdad es que la gente de la Baja Edad Media me sacaba de quicio. Estaban tan necesitados que ni siquiera tenían tiempo para la depravación."



"Adopté para ocasión la consistencia y el olor del incienso. Todo muy eclesiástico, en concordancia con el entorno. Me gusta cuidar los detalles."

domingo, 2 de mayo de 2010

Una excursión al Infierno (II)


"Estaba tan ansioso por ir al Infierno que la espera se le estaba haciendo eterna."


"Hasta aquí llegan los difuntos recién traspasados, con esa expresión de cándida curiosidad —a veces de infinito temor— que les pinta la muerte en el rostro".


"—Por aquí no hay salida—dijo.
Sonreí, superior.
—Eso es lo que tú crees. Camina."

sábado, 1 de mayo de 2010

San Juan de la Peña: la guarida favorita de Eblus (y III)


"En aquella madriguera subterránea, rodeado del aroma del pergamino y del papel, me sentía como en casa."



"Los tres sabios me estaban esperando en el claustro, admirando las escenas esculpidas en los capiteles a la pálida luz de la luna. Como buenos vanidosos, les encantó descubrir que protagonizaban varias de ellas."