jueves, 29 de abril de 2010

Barcelona: una misión (I)


"—Bienvenidos, diabólicos espíritus —saludó Gerhardus—. Permitid que despeje vuestras dudas. Os encontráis en Mallorca con Sicilia."


"También estoy sobre las obras de la Sagrada Familia de Barcelona. Gracias a las influencias ejercidas sobre ciertos funcionarios municipales, logré que una nueva línea de tren pasara justo por debajo del templo. Creo que es sólo cuestión de tiempo que consiga…"